Jorge Luis Borges escribió cuentos, ensayos y relatos breves principalmente. Nunca Novelas. Su obra está llena de una amplia cultura general, de mundos paralelos, muchos símbolos, acertijos y metáforas. Por varias de estas razones, su obra nos hace reflexionar sobre el tema tecnológico del momento: La inteligencia artificial.
Aunque el escritor no llegó a ganar el Premio nobel, es uno de los autores más importantes del siglo XX, fue un visionario que anticipó algunas de las tecnologías que hoy en día son una realidad cotidiana. Su trabajo está lleno de referencias a la inteligencia artificial (IA), aunque no de manera velada, pero que a menudo aparece como un tema central de sus cuentos y poemas.
Aproximaciones de Borges a la IA
Borges era un lector voraz de ciencia y tecnología y tenía un profundo interés en estos temas. En sus escritos se refiere a la IA como “la mente de una máquina”. Él la entendía como un sistema capaz de pensar y razonar de forma similar a un humano. Sin embargo, también era consciente de las limitaciones de la IA. En su cuento “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, describe un mundo ficticio en el que la IA ha alcanzado un nivel de desarrollo tan avanzado que es imposible distinguirla de la inteligencia humana; sin embargo, incluso en este mundo tiene sus límites. Los habitantes de Tlön son incapaces de crear nuevos conocimientos, y su cultura se basa en la recopilación y clasificación de información existente.
Alusiones a la IA en la obra de Borges
La IA se asoma en muchos de los cuentos y poemas del escritor. En su cuento “El jardín de los senderos que se bifurcan”, un bibliotecario crea un laberinto de libros que contiene todas las posibles combinaciones de letras. Este laberinto es un símbolo de la IA, que es capaz de generar un número infinito de posibilidades. Además, se dice que al escribir esta obra (aun sin proponérselo) descubrió la esencia de la teoría matemática de la bifurcación, treinta años antes de que los científicos la formalizaran.
Su cuento “Funes el memorioso” trata sobre un hombre sufre un accidente que le otorga una memoria eidética. Funes es capaz de recordar con precisión todo lo que ha experimentado, lo que le lleva a perder la capacidad de pensar y razonar. Este relato explora los límites de la cognición humana, y sugiere que la IA podría superarlos.
Cuando escribe “El Golem”, Borges cuenta la historia de un rabino que crea un golem, una criatura artificial que es capaz de pensar y actuar por sí misma. Éste es una metáfora de la IA, que es una creación humana con un potencial enorme.
En “El Aleph”, Borges sugiere una conexión directa con la teoría de conjuntos (a través del famoso símbolo, primera letra del alfabeto griego, adoptado por el matemático Cantor), y muchos otros de sus componentes refuerzan este nexo aparente. Así, por ejemplo, El Aleph mismo, ese punto donde todos los componentes del universo se encuentran simultáneamente, pero sin entremezclarse, alude claramente al tema del infinito. Específicamente, se refiere a que el infinito puede existir encapsulado en un recipiente, como ahora la información infinita en la nube pero, al fin y al cabo, son discos duros en algún lugar físico.
“La máquina de pensar de Raymundo Lulio” es un texto donde Borges evidencia un ejemplo temprano del deseo humano de mecanizar el pensamiento.
En palabras del mismo autor:
“La máquina de pensar no funciona. El hecho es secundario para nosotros. Tampoco funcionan los aparatos de movimiento continuo cuyos dibujos dan misterio a las páginas de las más efusivas enciclopedias; tampoco funcionan las teorías metafísicas y teológicas que suelen declarar quiénes somos y qué cosa es el mundo. Su pública y famosa inutilidad no disminuyen su interés. Puede ser el caso (creo yo) de la inútil máquina de pensar. Como instrumento de investigación filosófica, la máquina de pensar es absurda. No lo sería, en cambio, como instrumento literario y poético”.
Esto nos habla del interés del escritor por la tecnología y una incipiente idea de la Inteligencia Artificial actual.
La relevancia de la obra de Borges para la IA contemporánea
Borges veía belleza en la abstracción, por eso quizás estaba cerca de las nociones matemáticas y científicas que utiliza la IA, aunque no estuviera tan inmerso en conocimientos tan específicos.
Su interés, al parecer, era meramente estético, sin ahondar en los vericuetos técnicos implicados. Pero lo interpretaba de forma extraordinaria en su quehacer literario.
La obra del autor es relevante para la IA contemporánea por varias razones. En primer lugar, Borges fue un visionario que anticipó muchas de las tecnologías que hoy en día son una realidad cotidiana, como la teoría matemática de la bifurcación y la cuarta dimensión. Además, su obra explora las posibilidades y los límites de la IA de una manera que sigue siendo relevante hoy en día. En tercer lugar, su obra es una fuente de inspiración para los investigadores de dicha tecnología, que se ven desafiados a crear sistemas que puedan alcanzar las alturas de la imaginación del escritor, así como también están utilizando las técnicas de la IA para explorar los temas que el maestro abordó en su obra, como la naturaleza de la realidad, la relación entre la mente y la máquina, y los límites del conocimiento.
Referencias:
Borges, Hinton y los senderos ancestrales de la Inteligencia artificial: https://www.infobae.com/america/opinion/2023/05/15/borges-hinton-y-los-senderos-ancestrales-de-la-inteligencia-artificial/
Jorge Luis Borges, lector de ciencia ficción: https://rialta.org/jorge-luis-borges-lector-de-ciencia-ficcion/
“Algunas Ideas Científicas en la Obra de Jorge Luis Borges y su Contexto Histórico”. Leo Corry, Vervuert/Iberoamericana (2003), pp. 49-74.