El arte urbano es la piel de las ciudades, entrevista a Alessandra Carughi

Platicamos con Alessandra Carughi, productora, creativa y gestora cutural entre muchas otras cosas en el mundo cultural en México. Nos abrió su casa y su corazón para contarnos sobre su quehacer profesional y sobre por que´el arte urbano es la piel de las ciudades.

Es el mediodía de una calurosa y soleada jornada de verano. La vista desde el balcón es agradable, se ve gente que pasea por esta transitada calle de la Colonia Roma.

Dentro del departamento hay muchas obras de arte. La mayoría son de arte urbano, ya sea de artistas “under” o ya reconocidos, pero todos tienen algo en común: Son obsequios para nuestra anfitriona, Alessandra Carughi.

Después de configurar el encuadre de la cámara y el audio de la grabadora, comenzamos con una charla amena y fluida.

Ale, así le dicen sus amigas y amigos, comienza presentándose. “Antes que nada, muchísimas gracias por por permitirme estar con ustedes, por permitirme darles la bienvenida a mi torre de control, como le llamo a mi esquinita en la que trabajo todos los días aquí desde casa“; refiriéndose a su escritorio que mira hacia el balcón que describimos en el párrafo anterior. Nuestra anfitriona continúa: “Mi nombre es Alessandra Carughi. Soy una especie de híbrido entre gestora cultural y enlazadora de impulsos creativos. Así me presento en mi  mi proyecto ‘Dendrita’ desde donde intentamos todos los días consolidar las Industrias creativas y culturales en México”. Nos dice que el objetivo de su organización es: “Desarrollar, trabajar, platicar sobre las nuevas maneras, ¿cómo vamos a estructurar una nueva industria en el país? Eso es a lo que me dedico desde hace mucho tiempo atrás”.

Se vea Alessandra Carughi en su estudio de la CDMX.
Ale Carughi en su estudio de la CDMX.

Ale y el concepto de “Artificación”

Continuamos la conversación preguntándole qué está planeando en estos días, a lo que nos responde: “Desde hace un más o menos un año y medio, en un proceso pandémico y pospandémico me dediqué a estudiar mucho. Tomé un taller-curso-coaching con el maestro Sergio Gómez Tagle. Un curso increíble, en donde pasamos muchos meses de la pandemia analizando lo que se estaba dando, lo que venía, lo que pensábamos en ese momento. Porque era un momento también de mucho Panic Attack. Todos los miembros de la industria dedicada a las artes estábamos en un momento bastante complicado y logré estructurar y hablar sobre el proceso de artistificación. Logré encontrar las palabras de qué quería yo hacer. Cómo llevar las artes a muchos espacios”. Nos habla de la palabra “Artificación” y se refiere a que consiste en que “las artes sean parte fundamental de nuestra manera de comunicarnos, de nuestra manera de ver el mundo, de nuestra manera de  sentir”. Continúa explicándonos qué es un proceso de artificación, y agrega emocionda: “Es  cómo transfieres el valor del arte a los diálogos, a los procesos de comunicación”. Y ejemplifica cómo pueden ser los procesos de comunicación de las marcas. Sigue explicándonos, casi de forma mayéutica: “¿Cómo lograr certificar y llevar el arte a espacios cotidianos como tu hogar? ¿Cómo conviertes un objeto cotidiano en un objeto del deseo a partir de transferirle los valores del arte?”. De pronto hace una pausa pensativa y agrega que su quehacer es ver cómo se puede “lograr industrializar un poquito la idea del arte y hacerlo más económico, entrar en procesos industriales para poder abaratar el producto y hacerlo un poquito más accesible a todo mundo”.

Ale platica con Ideas como balas
Ale nos platica sobre el concepto de “Artificación

“Si del arte se vive, vamos a hacer todo por él”

Nos platica también que lleva muchos años trabajando profundamente con marcas y que así ha logrado llevar fondos de la publicidad a la industria de las artes. “Constantemente estoy desarrollando campañas para las marcas. Por otro lado, también recibo proyectos de compañeros artistas que tienen una muy buena idea o un muy buen proyecto y los ayudo a estructurar todo un organigrama de funcionamiento”. Ahora sabemos que se considera a sí misma como “una estratega en cuanto a cómo comunicar un producto a través de las artes y hacerlo vendible”.  Nos dice también que se encuentra en un proceso de abrir todo lo que es la apropiación del espacio público a través de las artes. Se refiere a hacer propuestas creativas a las constructoras, por ejemplo, y así crear espacios inmobiliarios y públicos diseñados desde el trazo de la ciudad. Vuelve a quedarse pensativa y lanza otra pregunta retórica: “¿Cómo a partir del trazado de nuevos espacios urbanos, podemos integrar las artes propias de esos terceros espacios públicos y que son propios del arte del arte urbano, del graffiti?”. Nos habla de que sus reflexiones van sobre el eje de cómo crecer la ciudad incluyendo una imagen visual y un lenguaje estético narrativo en las calles sin pasar por encima de lo que ya existe. De pronto, se autoresponde y nos da más luz sobre el tema, diciendonos que hay que generar un proceso integral de planificación de las ciudades incluyendo a todos lo actores de la sociedad. Nos hace saber que está en constante actualización sobre los temas de apropiación del espacio público. Continúa: “Estuve el año pasado en unos cursos con el maestro Abarca, que es un gran historiador del graffiti. Tuve una empapada muy rápida pero en un curso no lo aprendes todo. A mí me ha servido el haber trabajado mucho en las calles, en festivales; el haber trabajado con chicos  grafiteros de la calle y verlos crecer”. Después de decir esto último, hace una pausa y suspira para rematar: “Verlos también con la necesidad de profesionalizarse hace que los que estamos comprometidos (con el arte urbano) les digamos: “Sí, del arte se vive, vamos a hacer todo por el arte”, no les podemos haber mentido. Concluye confesándonos que “también es una gran responsabilidad el paquete que nos estamos echando todos a los que en algún momento se nos ocurrió decirles que podríamos vivir del arte”. Después de esto vuelve a suspirar, pero nosotros la sacamos de su cavilación para que nos siga platicando.

Vemos a Ale Carughi en su estudio de la CDMX en entrevista
Ale Carughi conversa amenamente con nosotros

Entonces, para poder apropiarse de los terceros espacios sin ser invasivos y con esto poder vivir del arte, ¿cuáles son las problemáticas a combatir?

Ale toma aire y sonríe. Nosotros ya nos preparamos para una respuesta clara y legítima. “Yo creo que hay muchos puntos, por ejemplo la legalidad. Otro es ¿cómo hacemos para que las nuevas manifestaciones artísticas (como los murales) sean parte del patrimonio cultural?” Agrega: “Es una cuestión de legalidad; de registrar la obra, de alistar los papeles para pedir permiso para la realización de un muro”. De pronto, se incorpora de su asiento preparándonos para escuchar algo muy importante, y efectivamente así es. “Tiene que ver con la gestión y que también recién estamos aprendiendo a firmar contratos donde se estipule la reproducción de la imagen, por ejemplo. O sea, que antes, te lo digo sinceramente yo, que vengo haciendo festivales desde hace mucho tiempo atrás, ni se nos ocurría, pero es parte del proceso de aprendizaje que todos tenemos en este momento para, repito, profesionalizar lo que estamos haciendo.

Alessandra Carughi posa junto a un andamio detrás de un mural
Ale Carughi mientras trabaja en un mural

La pasión con la que nos cuenta esto nos deja claro que sobre la profesionalización del arte urbano hay mucho que hablar. Entonces, nos dice que hay una desigualdad enorme también en cuanto a las tarifas de la industria; que hay lagunas sobre el ponerse de acuerdo para calcular el pago a la idea del diseño, a la mano de obra creativa y la producción. Nos comenta que los proyectos de arte urbano profesionales son caros de producir pues se necesitan litros y litros de pintura, andamios, grúas, seguros, equipos de apoyo, etc. Sobre esto, apunta que: “todos los que componemos un equipo debemos tener una paga justa y digna. Desde la idea hasta la curaduría. Finalmente los murales son la piel de las ciudades. Estamos hablando de espacios públicos, en donde quizá los murales sean efímeros. Pero, aun así, es importante trabajar sobre una pared preparada, sin salitre y que esté en condiciones óptimas para recibir pintura en aerosol o vinílica. Tener los procesos de sellado de antigraffiti apropiados para intentar conservar la obra lo más posible”. También nos cuenta que el espacio público tiene un factor de riesgo y, por lo mismo, es muy importante  cuidar lo que se considera una obra de arte. Hace otra pausa, pero sólo para respirar, y nos recalca la importancia de la curaduría. “Eso de que los murales son las pieles de la ciudad es importantísimo”. Nos platica sobre la necesidad de seguir una narrativa lógica dentro de estos procesos pictóricos y, al respecto, nos comenta: “Hay proyectos preciosos, mis respetos, pero últimamente la ciudad se ha llenado de jaguares, mujeres mirando al futuro y de mujeres incluso europeizadas. Entonces ¿qué está pasando con esa narrativa?”. Se refiere a que en la CDMX hay muchos murales de temática similar, como mujeres con flores y  jaguares. Nos pone un ejemplo para que entendamos su punto. La creación de una ruta de Quetzalcóatl, que es un poco repetitiva y desordenada salvo que se diga que “Hagamos la ruta de Quetzalcóatl, consigamos a un montón de artistas que reinterpreten un tema muchas veces y a eso se le concede su importancia”. Agrega otro ejemplo: A la ruta de las mujeres mirando el infinito, se le concede el peso curatorial para que pueda representar la ciudad siempre y cuando también represente también a la zona en donde se está generando el mural. “O sea que haya una narrativa, creo que nos está faltando un poquito eso, las narrativas de la ciudad”.  Su sentencia nos obliga a preguntar cómo se puede innovar al respecto.

Ale Carughi mezcla pintura para un mural
Ale Carughi trabajando en un proyecto urbano

¿Qué hay que hacer para planificar la ciudad con una identidad clara?

Al respecto nos comenta: “En este momento lo que hay que hacer es realmente ser consecuentes con lo que hemos hecho y lo que hemos logrado. Es importantísimo que a nivel de puestos estratégicos en el gobierno exista este papel del gestor cultural con la sapiencia suficiente como para poder desarrollar este tipo de proyectos”. Deja velado que no siempre los perfiles en puestos de cultura en el gobierno son los adecuados. Nosotros coincidimos. Nos platica que, gracias a su quehacer profesional, sabe de primera mano que las marcas están muy involucradas respecto a los recursos en los proyectos de infraestructura urbana, que “están utilizando recursos pictóricos o recursos de color, recursos de diseño, para diseñar ciudades sustentables”.

Para ahondar en el tema nos comenta que: “El año pasado estuvimos aquí en el foro enorme que hubo de la UNESCO, en donde se pactaron muchísimos convenios sobre el desarrollo de las ciudades de México. Se habló de lo fundamental qué es la incorporación de la cultura y de las artes dentro de los espacios públicos. Se analizó y se vio que, a nivel internacional, los recursos visuales de las artes tenían que habitar los espacios públicos para crear ciudades sustentables” . Complementa lo anterior hablándonos sobre cuestiones de los individuos, sus emociones y su relación con su entorno urbano. “Se habló del individuo, de los sentimientos y las emociones que produce el recorrido por las ciudades. Además de la importancia de las artes en el diseño de los espacios públicos. Los grandes consorcios que lo hacen ya consideran las artes dentro del diseño de los mismos”. Nos habla de un proyecto en Monterrey, donde se está pintando un túnel gigantesco. Y que es un excelente ejemplo de apropiación de un espacio público a través del arte. Ya entrados en el tema, lanzamos una pregunta más específica.

Ale Carughi trabaja en campo
Ale se caracteriza por su simpatía con todos

¿Cómo crees que debería ser la planeación urbana a través del arte?

“Sí, hablé de la importancia de gente especializada en temas de arte donde se toman las decisiones en cuanto a planeación urbana. Es una industria que no tiene que solidificarse a partir de los gobiernos. Por más que el acceso a la cultura y las artes sea “un derecho universal del ser humano, el estado no está obligado a su financimiento”. Luego nos lanza una potente sentencia: “Yo estoy completamente convencida de que este tipo de proyectos tiene que ser de estrategias cruzadas. Yo lo vengo explorando desde hace mucho tiempo atrás con el con el sector de la publicidad. El 80% de los proyectos que yo he gestionado en mi vida han sido financiados por el sector de la comunicación de una marca. Eso ha sido un detonador para la profesionalización de las industrias creativas. Las certificaciones, los isos y  todas estás palomitas que tienen que recibir las empresas lo están haciendo a través de las artes”. Ahorita hay proyectos de inversión en Monterrey, que hoy es una cuna de crecimiento muy fuerte dentro de las artes en en México”. Nos habla de la importancia que le dan en los terceros espacios a niños y a adultos mayores involucrando el arte. Concluye el tema: “Las ciudades se están artificando. Están llenándose de los valores que las artes producen para generar un bienestar social”. Y ahora viene una pregunta obligada…

¿Qué papel tienen las mujeres en la toma de estos espacios públicos para hablar a través de las paredes? Como mencionaste.

De nuevo se incorpora del asiento, la cuestión le interesa. “Es un fenómeno sumamente interesante lo de las mujeres”. Nos volvemos a acomodar para escuchar con atención lo que viene. “Yo llegué al espacio público ya un poquito vintage. Yo ya tenía una hija adolescente cuando salgo del mundo editorial y decido entrar al mundo del arte público, al mundo de los festivales, de la gestión y de la producción de festivales de arte público Ya era mayor y soy mujer. Entonces, yo misma entré a espacios sumamente masculinizados”. Da un respiro y prosigue: “Yo en este momento te enumero a las grandes gestoras; a Irma de Central de muros, a Cecilia Bernal de un proyecto superlindo que se llama Mercarte… Somos casi todas mujeres. Las que están promulgado las leyes, las que llevan tiempo catalogando las obras.  Somos mujeres en los grandes proyectos que surgen por todo el país. La primera Escuela Nacional de graffiti feminista en San Luis Potosí, por Janin Nus. También está Ale Bicha, que es una gran amiga mía que salió de Chimalhuacán y en algún momento fue mi voluntaria en un festival hace muchos años atrás. Ella llegó a decirme: ‘Quiero hacer esto pero no sé cómo entrar’.  Ahorita Ale aparece en documentales, tiene notas en Al Jazeera. Es de las chicas que pintó los techos del proyecto del cablebús en Iztapalapa. Es una chava que se está abriendo camino en el mundo  de las artes urbanas de una manera extraordinaria.

Ale Bicha trabajando eun proyecto
Ale Bicha trabajando

Cuando las chicas entraron a los festivales tenían el murito más chiquito. Les decían: ‘Ay, no. Que no se suba porque quién sabe si se vaya a caer del andamio’.  Entonces empezaron a gestionarse ellas. Hay un festival de Juntas hacemos más. Hay festivales increíbles enfocados, trabajados, gestionados y producidos por chicas. Siento también que puede ser que las mujeres, las chicas, se creyeron más la historia de que podían vivir de las artes. Yo creo que le tuvieron más fe al asunto. Siento que se están tomando muy en serio esta parte de la profesionalización. Así concluye este apartado de la entrevista, cuya respuesta nos cautivó. Pero Ale no sólo hace énfasis en la participación femenina. Nos habla sobre la importancia de “abrir el conocimiento, compartir lo que sabemos. Que en estos festivales que se arman siempre haya una ponencia sobre industrias creativas y culturales. Sobre cómo comercializar el arte, sobre derechos y obligaciones de los artistas”. Finaliza lamentándose porque estas manifestaciones surgen en “esquinitas aisladas”. Como vemos que ya se conectó por completo con el tema del arte urbano y su importancia en la planificación de las ciudades sólo la escuchamos.

Mujer frente a un mural de arte urbano
Las mujeres ya tomaron el arte urbano

Cómo ve Ale Carughi el arte urbano en México

Ahora estamos en la apoteósis de la entrevista y Ale nos dice: “Ya que me dejaron hablar, hablo (festejamos con una carcajada). Tiene que ver con esa transferencia también desde Nueva York, desde Los Ángeles. Desde donde cada corriente decida que nació el graffiti.  Surgen corrientes paralelas del movimiento de apropiación de los terceros espacios que nos llegó a través de la migración en los trenes. En la Ciudad de México fue junto con pegado porque, finalmente, el fenómeno del muralismo fue instaurado por el gobierno. Uno postrevolucionario en el que había que crearle una nueva identidad a un país, y así surgieron esos grandes muralistas que podían desarrollar este tipo de proyectos. Después vinieron las Olimpiadas. Con el crecimiento de la ciudad, los primeros proyectos de arte público fueron gestionados también por el gobierno”. Nuevamente nos ejemplifica: “Como ‘Tepito arte acá’ y todos estos proyectos increíbles. Los mismos gobiernos financiaban y enviaban maestros a que trabajaran con todos los chicos banda. Los que andaban en la calle grafiteando. Y ahí es cuando se une realmente el muralismo con el graffiti. Estos proyectos crearon una nueva corriente artística, la corriente que algunos le llaman muralismo, otros Neograffiti. Todavía se está debatiendo sobre cómo le llamamos a un nuevo fenómeno artístico que está íntimamente ligado con la apropiación del espacio público. Y también cómo lo legislamos, cómo lo protegemos. Y, sobre todo,  cómo entendemos que algo ilegal no se puede legalizar. Está la discusión sobre si el graffiti es arte, si es juego. Estamos en un gran proceso de entendimiento sobre lo que está sucediendo desde muchísimas áreas; Desde la gestión, desde las leyes, desde la producción, desde los permisos para la realización de los muros. Estamos atravesando un proceso muy bonito, muy interesante”. Luego, al ver su semblante, sabemos que dirá algo muy importante: “Es un proceso en el que, si hacemos que las cosas sucedan realmente, vamos a ir abriendo nuevos caminos y nuevas posibilidades.” Luego entra en una nueva interesante cavilación: “Si no doy un paso adelante, los de atrás no podrán avanzar un paso más”. Continúa:Antes producía murales y me decían:” ya bájese de la grúa, señora”.  Ahora yo me veo a mí misma en otro lugar. Demos chance para que más gente produzca murales y nosotros veamos qué más hacemos para seguir abriendo caminos. Entonces eso es a lo que me dedico últimamente.  Aprovechamos esto para hacerle otra pregunta.

Ale Carughi frente a la cámara en entrevista para Ideas como Balas
Alessandra Carughi en entrevista para Ideas como balas

¿Cuál es tu visión y participación en la situación actual del arte urbano?

 Ale nos confiesa: “Yo sigo trabajando, participando y apoyando proyectos propios y ajenos. Sigo observando. Yo creo que el que no observa, escucha y aprende tiene una vida muy aburrida. En este momento estoy observando cómo se están moviendo estás fichas”. Nos responde de modo un poco más concreto: “Ahora tengo cláusulas que antes no tenía; ofrezco cosas que antes no ofrecía. Me vinculo con las marcas y los proyectos ya desde otro lugar. Ya soy generadora de proyectos. Prácticamente me llaman las agencias para desarrollar los proyectos de cero. Antes me llamaban para producir. ‘Ay, hazme el mural’. Ahora ya me toman en cuenta para todo ese desarrollo de la campaña de comunicación, cosa que me permite aprender infinito”. Se abre de capa y nos confiesa: “Cada vez que logro cerrar un proyecto de este tipo, que es grande, que va a involucrar a muchos artistas, que voy a tener mi equipo de producción trabajando a full, que voy a tener el taller lleno de cosas, que me voy a divertir todo el tiempo, soy muy  feliz. Son mis grandes logros. Disfruto más cuando logro cerrar un proyecto en el que puedo trabajar con mucha gente, con muchos talentos, con mucha energía creativa, con mucha electricidad. En donde realmente sea un proyecto en el que todos los eslabones de la cadena se enriquezcan;  en el corazón, en el alma, en los bolsillos, en todo. No es el tipo de proyectos, es el tipo de logros que siento que me ha tocado la suerte de vivir”. Se acaba el tiempo, le preguntamos cómo quiere cerrar la entrevista.

Ale Carughi trabaja junto a una artista en un Mural
Ale Carughi trabaja junto a una artista en un proyecto urbano

El afecto como motor de impulso de las industrias culturales

“Me hace muy feliz pensar que yo puedo conseguir derramas económicas para que más proyectos se puedan seguir gestionando desde el mundo de las artes. Me gusta trabajar siempre desde el lado de la solidaridad, desde el afecto. Desde el lugar en el que, si no haces tu parte afectas al compañero de junto, qué es tu cuate, que es tu amigo, que también tiene sueños. Que no le puedes meter el pie. Ese tipo de trabajo que es en conjunto. Proyectos en donde todo el equipo crezca, en donde todo el equipo gane, en donde todo el equipo aprenda y, sobre todo, en donde las alianzas afectivas sean lo más sólido del proyecto. Trabajar desde el lado del afecto me parece fundamental. Creo que si me preguntas cuál sería el primer ingrediente que tenemos que aplicar para sacar adelante las Industrias creativas y culturales, yo te diría que es el afecto. Yo te diría que si trabajamos a partir del afecto podemos construir nuevas redes para potencializarnos como seres humanos, también económicamente. Claro que sí, pero en estructuras horizontales. Yo creo que sería el aporte que yo siento que doy día a día y de lo cual yo estoy satisfecha en mi manera de trabajar”.

Ale con compañeras y compañeros de trabajo en un mural
“El afecto es el motor para el impulso de las industrias creativas”.

 Así, concluimos una maravillosa charla con alguien que ha vivido de cerca el crecimiento de las industrias creativas (más específicamente el arte urbano) y quien nos deja bastantes puntos para reflexionar sobre el hecho de que el color en las paredes también es la piel de las ciudades.