Cómo fue mi primer intercambio de Stickers

Presenciamos un evento donde la rebeldía, la estética, el arte visual y la camaradería son la mezcla perfecta para conseguir una fecha memorable. Un intercambio de Stickers Street art.

Dentro del Street Art hay una disciplina que tiene su propia personalidad, no sólo por la técnica y forma de exponerse, sino también por la forma en que se distribuye entre los coleccionistas, que también suelen ser los creadores: a través de los intercambios de Stickers. Claro está que los artistas de esta disciplina suelen exponerlos en cualquier superficie donde puedan ser pegados, y suele ser en calles concurridas o donde se pueda. Fuimos a uno (el primero) y esto fue lo que sucedió.

La convocatoria

Así que, como aficionado a las obras de Street Art hechas con grafiti, esténciles, propas y, sobre todo de los stickers, sigo muchas cuentas de artistas y de promotores de los intercambios. Yo, curioso, anoté los datos del próximo encuentro en mi zona para acudir puntualmente a la cita. Debo decir que, para no llegar con las manos vacías (no sabía que era una obligación ética), decidí imprimir el logo de nuestro medio (ideascomobalas), así como el de nuestro eslogan (explotatumente). Confieso que no tenían la mejor calidad, pero fueron mi boleto de entrada al festín.

La sede

Por lo que recopilo de mis pesquisas digitales en Instagram, he visto que los intercambios suelen ser en lugares donde hay bardas inmensas con una superficie amplia en la que se puedan pegar los stickers, también en bares, o incluso en parques, como fue el caso del que yo escogí para ir por primera vez. Eran unas canchas de basquetbol aledañas a un parque en la Colonia Doctores de la CDMX, con postes, muchas superficies de lámina y, por supuesto, una barda que hace colindante el jardín con otro inmueble contiguo.

 Los participantes 

Al llegar me sorprendió la cantidad de personas que se congregaban en el lugar. La cita estaba pactada a las 12:00. Yo, para no verme muy ansioso, llegué a las 13:30 y, para entonces, el evento ya iba bastante avanzado.

Había personas nacidas en los 70, que cuando proliferó el Street Art ya estaban en sus 20. También había milenials que llevaban a sus bebés y familias, y muchos adolescentes de todos los sexos. Cada asistente llevaba una caja, una bolsa, una mochila, un recipiente donde llevaba su mercancía y otro donde colocaba la que iba recolectando a través del intercambio. Para ese entonces yo no sabía qué hacer. Si preguntar como villamelón lo que había que hacer o decir. Entonces decidí buscar a los organizadores…

Si traes stickers, ya eres stickero

Como preguntando se llega a Roma, llegué con “Charritos de la Calle”, el convocante al que tuve que esperar para que me diera audiencia porque, entre que saludaba a los asistentes e intercambiaba stickers, se ocupaba todo el tiempo. Cuando llegó mi turno, me presenté y le pregunté a bocajarro cómo se participaba en el evento. A lo cual sólo me preguntó: “¿Traes stickers?”. Sí, le respondí firme. Y me respondió: “Entonces ya eres stickero”. Reconozco que esa sentencia me dio confianza y, a partir de ese momento, mi participación en el evento se hizo activa.

La dinámica

Me despedí de “Charritos de la Calle” con la promesa de que pronto tendríamos una plática más formal sobre su quehacer como promotor de estos eventos y como artista en activo. Después di media vuelta y me dirigí al ruedo de los intercambios. Miré que todos sólo llegaban y mostraban su material y, de manera tácita, los interlocutores sacaban el propio y el intercambio sucedía. Así de sencillo. Me di valor y me coloqué frente a un grupo que intercambiaba y sólo dije: Traigo estos stickers. Los repartí entre todos y, casi instantáneamente, cada uno de ellos hizo lo mismo en reciprocidad a mi acto.

Qué maravilla llegar a un lugar en donde todos saben a lo que van y te miran como igual sólo por llevar algo qué compartir e intercambiar.

Colofón

Algo de lo que más me sorprendió fue que la mayoría llevaba sus stickers para intercambiar; a eso iban, ¿no? Pero el asunto es que los había de todos tipos, de muchos colores, de muchos materiales, unos que se veían de difícil manufactura por la técnica de impresión y el material del que estaban hechos. Había de unos de diseños espectaculares, y otros que sólo eran pliegos de papel adhesivo con un tag escrito. ¡Y todos los asistentes se trataban como iguales! Incluso llegué a intercambiar stickers con artistas a los que les he seguido la pista desde que veo sus distintivos pegados por mi barrio. Mis favoritos, pues.

La regla que me dejó boquiabierto fue que, al ser estrictamente un intercambio, estaban prohibidas las ventas. No es que fuera a vender o a comprar, iba a intercambiar, pero saber eso me dejó claro que en este tipo de eventos se respetan las reglas.

Expo de los Stickers del intercambio

Con los stickers que nos trajimos del intercambio realizamos una expo en nuestra galería virtual de arte PeriscopioRV. Haz click en la imagen para entrar a la expo.

Expo "Malditos Intercambios en periscopioRV, galería de arte virtual de Ideas como balas.

Haz click aquí para entrar a la expo