Tania Reyes presenta su exposición virtual El cuerpo y la muerte

Tania Reyes (Fénix Cienfuegos) nos presenta una exposición virtual en la que desenvuelve su ser y sentir.

Tenemos el gusto de presentar esta exposición virtual a cargo de Tania Reyes (Fénix Cienfuegos), quien es originaria de Cd. Nezahualcoyotl que abona demográficamente a la gran megalópolis de la CDMX. A continuación la introducción a su trabajo que la artista presenta como texto curatorial.

“Mi práctica artística surge de una búsqueda existencial que me llevó a explorar el arte como medio de cuestionamiento y comprensión.

El dibujo fue mi primer lenguaje y se convirtió en un vehículo para indagar en la figura humana desde la intimidad, la vulnerabilidad y la escucha profunda.

A través de retratos de personas cercanas, elaborados a partir de diálogos íntimos y registros fotográficos espontáneos, busco comprender al ser humano en su estado más honesto. Por medio del dibujo me apropio de la imagen y la traduzco a un lenguaje personal.

El óleo ha sido fundamental en este proceso, por su capacidad de construir densidades, matices y profundidad simbólica que se encuentra en resonancia con la variabilidad de proceso físicos, psíquicos y emocionales que trato de expresar.

Posteriormente, mi observación del cuerpo en su cotidianidad e intimidad, me hizo contemplarlo como materia orgánica. Lo que me condujo a investigar su proceso de descomposición e integración con la tierra.

Este enfoque me ha permitido desarrollar una visión plástica de la muerte como paisaje: un territorio emocional, físico y simbólico donde el cuerpo se transforma y se reintegra con la naturaleza. Donde la disolución no es finitud sino eternidad.

Actualmente, mi obra combina diversas técnicas -como el encausto, el temple, acrílico, pastel y acuarela-. Además explora una estética onírica, al experimentar con los límites entre la figuración y la abstracción. También lo hace al navegar entre la interconexión entre figura y fondo; entre cuerpo y entorno.

Mi trabajo busca expresar el cuerpo y la naturaleza  como una unidad y contemplar el proceso de la muerte como una paradoja entre la desintegración e integración de la forma y el espacio pictórico.

Pintar es, para mí, un refugio, una forma de procesar, contemplar, aceptar y fluir con la impermanencia de la vida”.